viernes, 13 de abril de 2007
La historia es bien simple, y su duración lo demuestra. En tan sólo 40 minutos se explica como dos extraños que se conocen en un bar pueden transformarse en el posible amor para toda la vida.
El hecho de mantenerse como extraños, y no saber el nombre ni nada de la otra persona, lleva al nudo del mediometraje. Otis (el muchacho de la foto) baja del departamento de su reciente amante para comprar algo para comer, pero al volver no recuerda bien en que piso y departamento se encontraba su amada, por lo cual se suceden distintas equivocaciones y desencuentros que hacen a la historia muy atrapante.
Los personajes que interceden en "ayudar" a los jóvenes a reencontrarse son de lo más interesantes: una familia india, un drogadicto y dos encargados de un puesto de comida, el cual termina siendo la locación más utilizada en la película, y también la más relevante.
La película adquiere más dramatismo al conocerse que Penny, la protagonista junto con Otis, debe partir a las 6 de la mañana en un vuelo con destino a Nueva York, por lo que el film adquiere una suerte de carrera contra-reloj, y le da sentido a la desesperación de ambos por reencontrarse.
